Disfrutamos el compartir muchos instantes con la persona que consideramos y reconocemos como un buen amigo.
Seres que son la causa de momentos inolvidables y quienes nos brindan el apoyo que dejan huella en el alma. Pero no siempre es fácil saber si una amistad es real o no; si alguien es un buen amigo o no.
En numerosas circunstancias atribuimos el título de amigo a personas de nuestro alrededor, pero ¿realmente lo son? Y de serlo, ¿son buenos amigos?
Hoy en día el concepto de amistad es muy relativo, y esta definición dependerá únicamente de quién la haga.
Muchos ven suficiente un “Like” eventual en alguna red social o un “TQM” a través del What’s App para etiquetar de amigo a una persona.
Ten en cuenta que la era digital ha cambiado muchos paradigmas y en especial sobre este asunto.
No camines delante de mí, puede que no te siga.
No camines detrás de mí, puede que no sea un guía.Albert Camus
Solo camina a mi lado y sé mi amigo.
Las personas cambian, incluso sus gustos, sueños y aficiones. Si se desea conservar la amistad de alguien, es necesario que se conmemoren esos momentos valiosos compartidos en el pasado y apreciar a la persona que es en el presente.
Luego es importante analizar qué representa esa persona en tu vida en la actualidad, qué sería de ti si perdieses el contacto con él o ella; o si fueras tú quien te alejaras.
Tras pensar en lo anterior, descubrirás si esta persona sigue teniendo material de amigo, y de ser así, lo siguiente será reconocer las cualidades de si es un amigo o un buen amigo.
A continuación verás algunas cualidades que podemos encontrar en los buenos amigos:

Reconozco al buen amigo, ¿qué hago luego?
Cuando ya sabes quienes son esas personas que seguramente tomarían un día de sus vacaciones solo por ayudarte con tu mudanza o acompañarte al médico, lo siguiente es que tú logres reflejar esa disponibilidad y voluntad que ellos tienen para ti.
Mantener el ego negativo controlado es fundamental. Ya que el orgullo y el egoísmo no permitirán que se creen los grandes y saludables lazos de afecto.
La amistad es como una planta. Hay que regarla con comunicación, aprecio y tiempo.
Es importante que recuerdes que para mantener viva una relación de amistad se necesita alimentar y cuidar el vínculo. Esto permitirá que la amistad perdure y se convierta en una fuerte relación que traspase el tiempo, la distancia y los malos momentos.
¡Que vivan los buenos amigos!
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